jueves, 29 de septiembre de 2011

Los pueblos indígenas hoy, desafíos de la Sociedad y de las Iglesias

Escrito para la reunión del Compi[i] 13 de Mayo2011                                                                         Rosa Margarita Mayoral B.

Al ponerme a repensar el tema los pueblos indígenas hoy, después del bicentenario de la independencia y centenario de la revolución, desafíos de la sociedad nacional y de las iglesias, me fui inmediatamente a revisar la memoria del EAPI (Enlace de Agentes de Pastoral Indígena) 2011, en donde profundizamos en la resistencia de los pueblos indígenas en este proceso de independencia y revolución.



Retomo algunas experiencias de resistencia de los pueblos indígenas que ahí se dialogaron, algunas de las conclusiones o retos que se clarificaron, pero además, algunos desafíos que yo he ido visualizando en el caminar de acompañamiento a las comunidades indígenas, teniendo presente que el proyecto de vida de los pueblos indígenas es integral y busca ante todo cuidar e impulsar la vida, que implica una actitud solidaria del cuidado de la Madre tierra, la defensa de los derechos como vida digna, casa, alimento, salud, tolerancia, seguridad, trabajo, libertad e igualdad.



Los pueblos indígenas también luchan por la preservación y conservación de la tenencia comunal de la tierra. Trabajando con abonos orgánicos, cuidando y  defendiéndola; protegiendo el agua, el maíz, el aire; siendo parte de la naturaleza que es esperanza de vida.



Luchan también por no olvidar el idioma y transmitirlo a las nuevas generaciones,  así como por mantener la vivencia de la autonomía, que implica entre otras cosas el seguir eligiendo sus autoridades en asambleas y la creación de leyes justas. Desde la visión de nuestros abuelos es un proyecto integral, que abarca la trascendencia, lo humano, lo comunitario, político, económico, social y religioso.



Experiencias de resistencia de los pueblos indígenas en México.

En los pueblos indígenas hay una larga historia de resistencia, pero a partir de 1492 esta resistencia se hizo presente en prácticamente todos los pueblos de Abya Yala[ii]. Sin embargo, no se trata sólo de resistir por resistir. Resistir para los pueblos indígenas es guardar la vida para la vida misma; usar, practicar, compartir en un territorio, semillas, conocimientos, herramientas, mitos, ritos, etc. Este es el espíritu de la resistencia.

Una de las grandes herencias de nuestros antepasados, es mantener ese espíritu de resistencia. Esa fuerza que nos impulsa a mantener lo que hay que mantener. A continuación cito algunas maneras de resistencias de los pueblos indígenas:

Los pueblos indígenas presentes en Abya Yala a la llegada de los europeos hicieron la confrontación directa contra la imposición de un sistema; muchos hicieron la guerra contra la conquista. Hoy se mantienen pueblos alzados luchando para ser ciudadanos, dentro de un México donde todos quepamos; otros llegaron al suicidio colectivo, como el pueblo de Chiapas quienes cerca del río Grijalva se quitaron la vida antes de someterse. Hoy mantienen los hermanos zapatistas este tipo de resistencia frontal contra un sistema.

Los pueblos del norte[iii] también lucharon contra la conquista. Fueron guerras para salvaguardar su territorio, su cultura.

La fuerza y la identidad de los pueblos: permanecer en la historia sin perder su identidad sólo son capaces de hacerlo los pueblos indígenas. Pero esto no se puede lograr de manera individual sino en la búsqueda común. Sigue presente la resistencia en conservar lo que son: sus semillas, conocimientos, plantas, maneras de hacer asambleas, a través de la educación indígena impartida principalmente por las mujeres.



La pastoral indígena presente en muchos lugares, es testigo de la resistencia. Esta pastoral es diferente en el norte y en el sur, debido a las experiencias de lucha y resistencia que han tenido. Los pueblos yaqui, tepehuano y huicholes siguen manteniendo su religión. Estas son experiencias de resistencia.

Hay experiencias de resistencia por la migración; hay corredores que resisten hasta en Estados Unidos. Es muy importante cómo seguir siendo pueblo indígena en la ciudad de México o en cualquiera de las grandes ciudades. Siguen haciendo sus fiestas a la manera indígena.

“Hay una resistencia en la vida cotidiana al sembrar maíz, hacer tortillas, educar a los niños, cuidar el territorio, el agua, mantener bienes comunales… estas son expresiones de resistencia indígena. Todavía existen 29 mil comunidades agrarias que resisten. La fiesta también es una expresión muy importante de resistencia. Resistir en México, es resguardar las cosas de la vida; no aguantar el golpe, sino hacer un proyecto de nación distinta”.[iv]

Ell@s dicen: “La celebración del bicentenario de la independencia y en centenario de la revolución, en realidad no es celebración para los pueblos. Nos da alegría el gran esfuerzo de nuestros antepasados, los que dieron la vida por nosotros y por la patria, y celebramos la vida de hombres y mujeres que lucharon. Pero también hay molestia, coraje, no significó gran cosa todo este sacrificio porque no se les devolvió el territorio a los pueblos indígenas en general”.[v]

Entre los principales retos ante la Iglesia y sociedad teniendo como telón de fondo el bicentenario de la independencia y revolución:

·         Fortalecer la organización de los pueblos o comunidades, por ejemplo los consejos de ancianos, el trabajo comunitario como el tequio, la mano vuelta y las faenas.

·         Acudir a nuestra Teología Indígena: ritos, tradiciones, formas de pensar y sentir. Descubriendo nuestra riqueza como pueblo en nuestras tradiciones indígenas, por ejemplo: sobre el campo. Nos hemos olvidado de la oración y ritos para pedir el viento o la lluvia o para agradecer el alimento, el agua, las fuerzas que tenemos para trabajar.

·         Debemos resistir ante la influencia del mundo occidental, que ante todo nos pone por delante el dios dinero, el consumismo, etc. pues nos estamos haciendo individualistas:



·         Reconocer y dar a conocer el valor que tiene la sabiduría de nuestr@s abuel@s que durante siglos nos ha mantenido en la lucha y la resistencia.

·         Realizar trabajos colectivos; profundizar en nuestros valores comunitarios.

·         Motivar y crear conciencia para el cultivo de la tierra con las técnicas heredadas por los abuelos; conservar nuestras semillas criollas propias de nuestros pueblos y usar yuntas.

·         Seguir hablando nuestro idioma y transmitirlo. Luchar por conservarlo y promover que en las SEP haya educación bilingüe.

·         Consumir productos naturales como resistencia a la comida chatarra que ofrece el mercado.

Es necesario también volver al origen, a nuestras raíces asumir y reafirmar la identidad; tener una visión como pueblo y como personas.

Conocer nuestros derechos humanos y nuestros derechos como pueblos indígenas. Entretejer esfuerzos de resistencia de los distintos pueblos indígenas y apoyarlos.

Invitar a la jerarquía de la Iglesia católica a la inculturación del evangelio; promover la traducción de la Biblia en las lenguas indígenas; que los sacerdotes y religiosas que vayan a otras comunidades conozcan la lengua y la cultura.

“Reflexionar y reconocer el aporte que como pueblos indígenas ofrecemos a la humanidad. Por lo tanto es  necesario cuidar que a las nuevas generaciones no les falte la sabiduría de nuestros abuelos.

Seguir impulsando la Pastoral Indígena. Porque el proyecto de Dios es un proyecto que parte de la vida, el sujeto es la comunidad, ayudados con la sabiduría de nuestros antepasados, nos puede ayudar en estos momentos retomar los signos y símbolos, mitos y ritos, dando razón de los gozos y las esperanzas, las tristezas y angustias de nuestros pueblos.”[vi]

Es una voz antigua y nueva a la vez, de las diferentes comunidades indígenas que van tomando conciencia de su ser y de su valer también en las cosas que se refieren a Dios.

Es un proyecto que lucha por la dignidad y derechos de los pueblos indígenas oprimidos y marginados.  Un proyecto conjunto de los pueblos que han sido designados como “indios” desde 1492. Un proyecto que lucha no sólo para resistir, sino que busca un futuro donde todos los pueblos surjan con rostro y corazón propio. 

Habla y expresa la vida de manera integral e integradora, es una tarea y una realidad para el futuro ya presente en la vida de los pueblos.  “No hay que crearla, sino reconocerla y fomentarla”

La irrupción actual de la Teología o las Teologías Indias, es un llamado de vida para todos, pero especialmente para la Iglesia, que encontrará, en la búsqueda indígena de Dios, razones para rejuvenecerse y para seguir luchando por el Reino de Dios, que también nuestros pueblos anhelan profundamente a través de sus mitos y utopías.  Iglesia y pueblos Indígenas podemos unir esfuerzos y energías espirituales, que vienen de muy antiguo para volver a dinamizar la vida y encontrar salidas humanas y cristianas a las crisis que se abaten sobre el mundo.  Las Teologías Indias de hoy tienen mucho que aportar a la Iglesia y a la humanidad y lo están haciendo gustosamente. 



Esperamos que la Iglesia reciba de la misma manera estos aportes. Que podamos recibir esa herencia en un diálogo respetuoso.



Esperamos vivir en comunión y participación real la utopía del Reino de Dios vislumbrada por los profetas (cf. Isaías, 10, 11, 61,) e inaugurada por Jesús a través de su vida, sus enseñanzas, su muerte y resurrección.  Contribuyendo en la construcción de una sociedad en justicia y paz como una promesa y un presente, una esperanza para el futuro y un regalo aquí y ahora.



Termino con el Códice de Azcatítlan Chicomóstoc lugar de las siete cuevas, de donde todos los pueblos procedemos “Queremos un mundo en donde quepamos tod@s en dignidad y justicia o Chicomóstoc, lugar de las Siete Cuevas, donde la diversidad no divide ni enfrenta, sino que une a los que son de maíz amarillo, maíz blanco, maíz rojo y maíz negro. Los cuatro rincones del universo se amarran uno al otro en la cruz universal, cuyo centro u ombligo es la síntesis de todo lo humano, lo divino y lo cósmico.”[vii]

A vivir la experiencia de una teología y espiritualidad comunitaria y relacional, comunitaria y concreta. Hasta hacer posible aquí y ahora los cielos nuevos y la tierra nueva, donde las fronteras del Espíritu se ensanchan hasta los horizontes inclusivos del Reino de Dios.





[i] Consejo de Misionólog@s para la Pastoral Indígena de CENAMI 13 mayo 2011.
[ii] Abya Yala es el nombre dado al continente americano por el pueblo Kuna de Panamá y Colombia antes de la llegada de Cristóbal Colón y los europeos. Literalmente significaría tierra en plena madurez o tierra de sangre vital.
[iii] 1616 Insurrección Tepehuana contra el orden Colonial establecido, que tuvo como consecuencia la casi total desaparición de la población indígena.
[iv] Iluminación hecha por Álvaro Salgado de CENAMI en el Encuentro del XXI EAPI el 10 de feb. 2011 en Tlahuielilpan Hgo.
[v] Expresiones tomadas de la memoria del Encuentro XXI EAPI 2011.
[vi] Ibidem.
[vii] Es uno de los mitos fundantes de la macro cultura mesoamericana. La gran diversidad de pueblos que habitan desde el sur de lo que ahora es Estados Unidos hasta el norte de Panamá. Mito de las Siete Cuevas o Chicomóstoc. Tomado de “Encuentro de Riobamba” p.85.

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